Muchas personas creen que con Instagram o Facebook alcanza. Pero una página web sigue siendo un activo digital fundamental. Acá te contamos por qué:
- Es tu espacio propio: Las redes cambian constantemente. Tu web es tuya.
- Transmite profesionalismo: Tener dominio propio y diseño personalizado genera confianza.
- Centraliza tu información: Horarios, ubicación, catálogo, contacto… todo en un solo lugar.
- Mejora tu visibilidad en Google: Con buen contenido y SEO, podés atraer personas que aún no te conocen.
- Facilita ventas: Si tenés tienda online, tu sitio puede trabajar 24/7.
En resumen: redes sociales y sitio web no compiten. Se complementan. Uno atrae, el otro convierte.